El proceso de aprendizaje de hábitos alimentarios es especialmente importante durante los primeros años de vida ya que,
además de facilitar un buen estado nutricional y un crecimiento óptimo, puede ayudar a consolidar la adquisición de hábitos saludables para la edad adulta.
Cada etapa de la vida tiene sus peculiaridades y necesidades a las que hay que ir adaptando la alimentación. La infancia se caracteriza por ser la etapa dondese produce un mayor crecimiento físico y desarrollo psicomotor.
Eso significa que la alimentación no sólo tiene que proporcionar energía para mantener las funciones vitales,sino que además debe cubrir unas necesidades mayores relacionadas con el crecimiento y la maduración. Las necesidades energéticas ynutricionales están cubiertas por el amamantamiento materno exclusivo (o, en caso de que no sea posible, por la leche adaptada) hasta los 6 meses, y a partir de entonces hay que ir incorporando nuevos alimentos de forma progresiva y en las cantidades adecuadas, adaptándose, también, al desarrollo psicomotor y al interés del niño.
En este periodo es importante favorecer las condiciones que permitan la adquisición progresiva de unos hábitos alimentarios saludables y una buena relación con la comida.
Es por ello que esta Guía, elaborada porAgencia de Salud Pública de Cataluña, fruto de la revisión bibliográfica más reciente y del trabajo y consenso de diferentes profesionales de la pediatría, la pedagogía, la nutrición y la dietética,pretende ser un instrumento útil de información y de asesoramiento tanto para los profesionales de los centros de atención primaria que ofrecen consejo alimentario como para las familias y las personas responsables de escuelas infantiles (primer ciclo, de 0 a 3 años), con el objetivo de mejorar la calidad de la alimentación de los niños y su desarrollo.